Invertir en monopolios y oligopolios (Parte I)
Qué son, cómo identificarlos y por qué suponen una oportunidad atractiva para los inversores a largo plazo.
"The single most important decision in evaluating a business is pricing power."
Warren Buffett
No me lo podrás negar.
Tú también lo has querido.
Tú también lo has soñado.
Invertir en una empresa que domine completamente su mercado.
Que pueda subir precios sin perder ningún cliente.
Y que año tras año sigue creciendo como si la competencia no existiera.
O incluso sin que ningún tipo de crisis le impacte en sus números.
Es el sueño de invertir en un monopolio.
Pero, siendo sincero, los monopolios puros son raros.
Lo que más abunda en el mercado son los oligopolios: industrias dónde pocas compañías controlan gran parte del mercado, lo que les permite fijar precios, y mantener altos márgenes.
Ojo, que no es oro todo lo que reluce. Y operar en estos mercados también implica riesgos específicos (regulación, cambios tecnológicos, etc.) que un inversor debe vigilar, y bien, de cerca.
En esta serie de dos artículos, hablaremos de la inversión en monopolios y oligopolios. Las características que nos ofrecen cómo inversores. En qué sectores encontrarlos. Y ejemplos reales: tanto de éxito, como de fracaso. Por qué no… No siempre son sinónimo de una buena inversión, por mucho que parezca que lo tienen todo a favor.
Here we go!
Estructuras de mercado
Antes de adentrarnos en el mundo de la inversión en monopolios y oligopolios, debemos entender las diferentes estructuras de mercado que existen. Entendemos las estructuras de mercado a las diferentes maneras que puede adoptar la competencia en un sector. En general, dicha competencia puede adoptar cuatro formas distintas: monopolio, oligopolio, competencia monopolística y competencia perfecta. Hoy hablaremos de las dos primeras.
El monopolio es la situación de mercado donde una única empresa controla la oferta de un bien o servicio sin competencia directa, permitiéndole fijar precios y condiciones. Ejemplo claro de ello sería AENA, la cual gestiona todos los aeropuertos de España.
El oligopolio, por su parte, es la estructura de mercado dominada por un pequeño grupo de empresas que influyen en precios y producción, con interdependencia estratégica entre ellas. Ejemplo de ello serían Visa y Mastercard en pagos electrónicos.
Todo muy fácil hasta ahora pero… ¿Cómo podemos diferenciar los monopolios y oligopolios versus la competencia perfecta, por ejemplo? ¿En qué nos debemos fijar?
Vamos a ello.
Hay cuatro variables que nos ayudan a identificar en qué estructura de mercado se encuentran las empresas que analizamos: número de empresas, poder de fijación de precios, barreras de entrada y tipo de producto. Lo podemos ver mejor en la siguiente tabla:
En resumen, tanto en los oligopolios como en los monopolios tenemos una o pocas empresas, poder total o parcial para fijar precios, altas o insuperables barreras de entrada, y un producto único y homogéneo/diferenciado.
Sobre el papel, y como inversores, pueden parecer la *stia, ¿verdad? Sigamos.
🧠👉 Si quieres analizar mejor este tipo de negocios, recuerda que en Finchat puedes filtrar empresas por ROIC o márgenes históricos como veremos a continuación.
Por qué los inversores adoran los monopolios (y los oligopolios)
Basta ya.
Hasta aquí la parte teórica de hoy.
¡Venga, va, dinos qué mirar, qué comprar!
Calma.
Si existe algo por lo que los inversores adoran los monopolios y oligopolios es por sus características tan atractivas para el inversor.
Que, cómo podrás imaginar, han resultado ser muy rentables para sus accionistas.
¿Ejemplo de ello? Lo podemos ver en su alto retorno total ofrecido por empresas como Microsoft, Visa, Mastercard, Coca-Cola o Nestlé en las últimas décadas para sus inversores. Empresas que han generado millones e, incluso, billones de dólares para algunos de sus accionistas.
Hay excepciones, claro. Y las vamos a ver mañana. Hoy, nos adentraremos en las ventajas estructurales tan difíciles de replicar por estas empresas con un alto poder de mercado.
1. Rentabilidad sobre el capital elevada y persistente
Una empresa con pocos competidores y poca presión en precios puede mantener márgenes altos y rentabilidades no “sólo” por encima del coste de capital, sino muy elevadas en comparación al conjunto del mercado.
Ejemplo de ello son Visa y Mastercard, las cuáles han mantenido ROCEs superiores al 20% durante más de una década. BRU-TAL. El caso de Mastercard aún es más espectacular, con años llegando a tener un ROCE cercano al 70%. Sí, sí, has leído bien. ROCE cercano al 70%.
2. Visibilidad de beneficios y márgenes estables
La ausencia de competencia agresiva permite predecir ingresos (así como beneficios) con mayor precisión. Ideal para modelos de descuento de flujos o de dividendos. Al poder fijar precios y enfrentar poca competencia, mantienen márgenes de beneficio superiores y estables.
Ejemplo de ello tenemos Ferrovial, empresa la cual tiene concesiones a 30 años que aseguran ingresos regulados y crecientes en el tiempo, así como unos márgenes brutos estables.
3. Economías de escala y efectos de red
Patentes, licencias o enormes inversiones previas (infraestructura, redes) protegen su cuota de mercado. Son los clásicos moats (“fosos económicos”). La firma líder retiene a clientes (fidelidad de marca, contratos a largo plazo) y dificulta la entrada de nuevos competidores. Los grandes players suelen tener economías de escala y efectos de red (network effect) que refuerzan su posición dominante.
¿Ejemplo de ello? Google (a pesar de su incertidumbre actual con chat GPT y el riesgo de la IA sobre su buscador). Google mejora su algoritmo con cada búsqueda; más usuarios → más datos → mejor producto → más usuarios. ¿Resultado? Economías de escala sobre su negocio que hacen decrecer los costes marginales de su producto/servicio y, por ende, aumenta su margen.
4. Generación de caja fuerte y sostenida
Al no tener que competir por precio ni gastar excesivamente en marketing, muchas de estas empresas convierten gran parte de sus ingresos en caja. Como ejemplo tenemos Moody’s y S&P Global, que convierten algo más del 30% de sus ingresos en free cash flow, AÑO TRAS AÑO.
5. Capacidad para resistir ciclos económicos
Los monopolios y oligopolios bien gestionados tienden a ser más resistentes a shocks macroeconómicos. Además, muchos monopolios se encuentran en sectores básicos o anticíclicos (salud, servicios públicos) donde la demanda apenas varía con la economía. Esto implica ingresos recurrentes y menor volatilidad de estos.
En crisis, los usuarios siguen pagando con tarjeta, y aquí podemos ver cómo variaron los ingresos de Visa y Mastercard durante la crisis del 2008.
BONUS: Sus acciones cayeron casi un 50% en dicho período. Puro pánico. Nada más. Oportunidad clara de compra para quiénes tenían los deberes hechos.
6. Potencial de crecimiento estructural
Si el management del monopolio u oligopolio domina el capital allocation, encontrará alguna manera de seguir creciendo sus ingresos aunque el mercado interno se encuentre saturado, ya sea a través de una expansión a nuevos mercados y/o nuevos segmentos.
7. Reinversión en innovación
Sin presiones competitivas inmediatas, la empresa puede reinvertir cómodamente en I+D. Ello se traduce muchas veces en innovaciones que siguen incrementando el tamaño del foso defensivo y, en consecuencia, el valor de la empresa en cuestión.
En resumen, nos encontramos que todas estas características se traducen en rentabilidades atractivas para el accionista a largo plazo.
Mi checklist rápida para el inversor:
Indicadores financieros: márgenes brutos y ROIC elevados, estabilidad de ingresos, gestión eficiente del capital y capacidad de reinversión.
Indicadores cualitativos: efectos de red, propiedad intelectual, switching costs, poder de marca, alineación del management y lo más importante… evitar exposición a excesiva regulación.
BONUS: No invertiría en monopolios y oligopolios que se encuentren en países con excesiva regulación ni con excesiva presión fiscal a dichas empresas. Tampoco en monopolios excesivamente influidos por los políticos del país, como Telefónica o Red Eléctrica. El caso de España con ciertas empresas con una gran participación del Estado es un ejemplo claro a evitar.
¿Invertir en monopolios y oligopolios?
Sí, por favor. Pero sólo en países pro-business.
Esto es todo por hoy.
Mañana, en la segunda parte, te mostraré en qué sectores buscar estos monopolios y qué riesgos debes tener en cuenta antes de invertir en ellos. Porque sí, tener el mercado no siempre es sinónimo de una buena inversión.
Gracias por leer Financial District,
Miquel Cantenys
Enhorabuena por el post Miquel! Es un trabajazo
Muy buen artículo Miquel, me gustó el enfoque. Considero que casi todas las empresas que tienen MOATs en cierta parte son algo oligopolicas, ya sea por regulación/patentes o barreras de entrada por poder de marca/inversión. También considero que actualmente Europa tiende a un exceso de regulación, por lo cual me cuesta encontrar empresas atractivas para invertir. Estoy siguiendo $RACE pero la encuentro algo cara. Saludos