#7 MacroResearch: 4 datos macro que deberías saber (y te sorprenderán)
Analizando la situación actual del consumidor estadounidense, la fortaleza de los bancos europeos respecto 2008, el porqué del auge de los activos alternativos y la situación inmobiliaria en USA.
Hola, soy @mcantenys14, portfolio manager en Ginvest AM y candidato al nivel 3 del CFA.
Bienvenido a Financial District, dónde intentaré profundizar sobre aspectos macroeconómicos, así como de análisis de inversiones.
Cierre de trimestre. Mucho ruido durante estos tres primeros meses del año. Y cómo siempre, algo imprescindible para mi desde mi entrada en el mundo laboral, es la lectura del Guide to Markets, publicación macroeconómica de carácter trimestral, realizada por J.P. Morgan, que os dejo aquí.
En este artículo, me gustaría mostrarte 4 datos (no opiniones) que creo que son de mucho interés para entender la situación actual del mercado y que, además, podrían ayudarte a tomar mejores decisiones de consumo, ahorro y/o inversión. Intentaré alejarme de los típicos datos de análisis de inflación y/o crecimiento económico, los cuáles han sido temas muy recurrentes desde el inicio de 2022 y, que, por lo tanto, no me gustaría repetir.
Empecemos.
El consumidor estadounidense
¿Cómo vive y consume la gente en Estados Unidos con el reciente incremento de los tipos de interés? En primer lugar, debemos de sacarnos de nuestra cabeza nuestra visión europeísta. No es cierto todo lo que podemos leer del consumo a crédito en Estados Unidos. De una sociedad sin nada en la cuenta corriente. Sin ahorros y al borde del precipicio. Hay que reconocerlo, hablar de recesión, vende. Y mucho. Y eso la prensa, analistas y/o gestores lo saben. El pesimismo vende en general. Pero hay que dejar a un lado las opiniones (respetables todas) y fijarnos sólo en datos de verdad.
Si algo tengo claro desde mi entrada en el sector financiero es la existencia de muchísimos datos macroeconómicos que nos hacen dudar y/o replantear acerca de lo que es o no verdaderamente importante. Es por esto, que mi objetivo se centra en descifrar lo esencial y, en muchas ocasiones, invisible a nuestros ojos. En este momento, es el consumidor estadounidense. Si el consumidor de Estados Unidos frena su consumo, el país va entrar en recesión (porqué el consumo es la variable con más incidencia en el cálculo de este) y, con total seguridad, una recesión en USA tendría incidencia en el crecimiento económico mundial. Esto sería un grave problema y, por ende, merece toda nuestra atención.
Así pues, ¿Cómo se encuentra el consumidor de Estados Unidos?
Este es el balance a cierre de trimestre 2022 del consumidor (en agregado) del país. Como podemos observar su situación es bastante cómoda ya que sus Liabilities (aka pasivo) son muy inferiores a sus Assets (aka activos). El diferencial entre estas dos partidas es lo que consideraríamos el Net Worth (aka patrimonio neto), y este es altamente positivo.
Estados Unidos es un país muy desigual a nivel de rentas, y no podríamos realizar un análisis del patrimonio neto per cápita de forma acurada, ni tampoco estadísticamente significativo, pero con este gráfico lo que me gustaría demostrar es el poco apalancamiento del que aún goza el consumidor de ese país. Su LTV (Loan to Value) actual es de 11,61%, por lo que su situación está bastante lejos del estrés financiero.
¿Cómo puede vivir con el reciente incremento de coste de sus intereses?
Datos a cierre de trimestre del 2023. El consumidor estadounidense destina menos del 10% de su renta disponible a pagos de deuda. Si eliminamos el período de la pandemia, dónde el consumo se detuvo en seco y las tasas de ahorro se dispararon, podemos afirmar que su situación (entendida como relación entre pagos de deuda y renta disponible) nunca ha estado mejor en los últimos 40 años, a pesar de la reciente subida de los tipos de interés.
¿Y por qué salen noticias con el crédito en máximos?
Porqué es cierto. En las próximas gráficas podemos ver la evolución del revolving credit outstanding (¿Qué es?), el cuál podríamos considerar cómo líneas de crédito. La realidad es que sí, se encuentra en máximos, como podemos ver en el primer gráfico, y en un primer lugar nos podría mostrar cierta debilidad del consumidor estadounidense, lo cuál nos debería preocupar. Al mismo tiempo, también debemos de tener en cuenta que, en relación a su renta disponible (segundo gráfico), su situación es la misma que en el anterior apartado: nunca ha estado mejor en los últimos 20 años (pandemia a parte).
La conclusión aquí es clara. Podemos leer los datos tanto en valor absoluto como en valor relativo (a su renta disponible en este caso), y tendríamos dos lecturas muy distintas de la situación actual del crédito/consumo estadounidense. La realidad es que, con el incremento de patrimonio neto y de salarios de los últimos años, mirar este dato sólo en valor absoluto es algo que no nos genera ninguna utilidad. En cambio, mirarlo respecto a la renta disponible sí que nos puede mostrar una imagen más fiel de la situación que queremos analizar.
Los bancos
¿Qué pasa con los bancos? Silicon Valley Bank. Credit Suisse. ¿Deutsche Bank? Después de Lehman Brothers, existe mucho pánico a una posible crisis bancaria y todo lo que esta conlleva. De hecho, la economía española aún arrastra parte de lo que sucedió entonces, por lo que seguir de cerca la situación bancaria es de vital importancia. Para nosotros y para las finanzas del mundo entero.
Más que su rentabilidad o la evolución de sus negocios, nuestro foco debería estar en analizar su potencial quiebra y la fortaleza financiera de la que actualmente gozan. Es por ello que una variable que debemos tener en cuenta es su capital TIER 1. Y más aún, el % que este capital representa sobre el total de sus activos ponderados por riesgo. A mayor %, mayor fortaleza del banco. A mayor %, menor probabilidad de quiebra.
A continuación vemos un gráfico de la evolución del % que representa el Tier 1 capital de los bancos sobre el total de sus activos ponderados por riesgo. Podemos diferenciar la ratio de los bancos europeos de los estadounidenses. Cierto es que los segundos se encuentran en una situación más frágil que los primeros, pero nada más lejos que la realidad, podemos afirmar que la fortaleza bancaria es ahora mucho mejor que en 2008 en ambos lados del Atlántico. ¿Podría haber alguna quiebra? Podría, sí. ¿Podría haber contagio? También. Pero que el sistema bancario mundial está mucho mejor preparado y fuerte que en 2008, también es algo que podemos afirmar con rotundidad.
Activos alternativos
Si hay algo con un creciente interés por parte de los inversores, tanto retail como institucionales, son los activos alternativos (hedge funds, real estate, private equity,...). La teoría nos dice que dichos activos, solamente por el hecho de ser ilíquidos (la mayor parte), deberían de darnos un premium de rentabilidad. Si al invertir en dos activos totalmente iguales, en el caso de que uno de ellos sea ilíquido, nosotros como inversores le exigiremos un extra de rentabilidad para cubrirnos de este riesgo. Este aumento de riesgo, el cuál implica una rentabilidad extra esperada, también trae de manera implícita un extra de volatilidad, como bien habrás intuido.
Pero como todos sabemos, la teoría no siempre está para cumplirse. Y es que en un mundo donde los inversores mantienen sus inversiones en cartera solamente durante meses y, dónde el foco está en lo que hará mañana el mercado, en vez de, que hará en la próxima década, invertir en activos ilíquidos nos genera un extra rentabilidad con menor volatilidad.
Como podemos ver a continuación, y con datos desde 1989, las carteras con cierta exposición a activos alternativos han logrado batir en rentabilidad a las carteras compuestas sólo por renta fija y renta variable. Y además, con menor variabilidad (entendida como volatilidad) durante el camino. Todo ello nos hace llegar a una conclusión: la introducción de activos alternativos, en un mundo dónde reina el ruido y el trading, dota de más rentabilidad y menor riesgo a nuestras carteras de inversión, por el simple hecho de no poder “operar” con una parte de nuestras inversiones.
El Real Estate
En España si de algo somos fans es del llamado “tocho”. O “del ladrillo”, como dirían algunos. Como quiero basar todo el artículo en datos del Guide to Markets tal y cómo he comentado, me centraré en la situación inmobiliaria de Estados Unidos.
Una de las medidas más populares para el cálculo de la rentabilidad de un inmueble es el cap rate. El cap rate no es nada más ni nada menos que la división del total de los ingresos brutos que obtendrías alquilando una propiedad, por el coste de esta. Si el alquiler es de 1.000€ mensuales, los ingresos anuales brutos serían 12.000€ anuales. En el caso de que la vivienda nos haya costado 120.000€, esto nos da un cap rate de 12.000€ / 120.000€ = 10%. Importante: el cap rate no tiene en cuenta el efecto apalancamiento, el cuál (y en mi opinión) es una de la variables claves para invertir en el sector inmobiliario.
Pues, con la reciente subida de los tipos de interés, nos encontramos que el spread (diferencial) entre el cap rate del mercado inmobiliario en Estados Unidos y el rendimiento del bono estadounidense a 10 años, se sitúa solamente en el 1,2% a cierre de año. Y lo peor, niveles cercanos a la burbuja inmobiliaria vivida en 2008.
La gran pregunta para terminar sería, ¿Compensa invertir en ladrillo por un 1,2% extra de rentabilidad respecto al activo libre de riesgo? Sin tener en cuenta los efectos de apalancamiento (que podrían ser tanto positivos como negativos), las características de la inversión en cuestión (iliquidez y riesgos) y todo lo que conlleva realizar una operación (buscar, negociar, tiempo, papeleo, etc.), a priori parece que no compensa. Y para que hubiera suficiente recompensa, deberían de o I)bajar los precios de los activos inmobiliarios o II)subir los alquileres.
Esto es todo por hoy.
Como siempre, mil gracias por leer Financial District.
Si te ha gustado el artículo de hoy, no te olvides de dar al Like y compartirlo con quién creas que le pueda gustar.
Un placer,
Miquel Cantenys
Disclaimer: todos los datos publicados tienen como fuente la Guide to Markets de J.P. Morgan del 2Q 2023, versión U.S.
Buen artículo, Miquel!