#10 El secreto detrás del milagro económico de Estonia
Analizando la receta económica que ha hecho de Estonia un país que superará en breves a España a nivel de PIB per cápita y líder en innovación empresarial a nivel mundial.
👋Hola! Soy @mcantenys14, portfolio manager en Ginvest AM y candidato al nivel 3 del CFA.
Bienvenido a Financial District, dónde intentaré profundizar sobre aspectos macroeconómicos, así como de análisis de inversiones.
Estonia. ¿Estonia? Estonia.
Hace un tiempo publiqué un hilo en Twitter acerca de Estonia, un país minúsculo (~1.3 millones de personas), pero con algunos datos económicos sorprendentes y líder a nivel mundial a nivel de startups, siendo el país con mayor número de unicornios (startups con valoración >1.000 millones de €) por habitante del mundo.
Sí, sí.
Número 1 de unicornios por habitante del mundo.
Y el hilo, se hizo viral.
Claro.
¿Estonia?
Viajé a Estonia en Septiembre del 2019. La que nos venía encima, pienso al mirar atrás. Cuando viajo, soy el típico que, por mi frikismo financiero, siempre busco datos económicos del país. PIB per cápita. Deuda respecto al PIB. Evolución de su moneda. Etcétera. Y ello me invitó a alucinar con la evolución económica de este país.
Para ponernos en situación, Estonia es uno de esos “pequeños países bálticos” que todo el mundo confunde con Letonia y Lituania. Es normal, aún a fecha de hoy y después de haber visitado los tres, aún los confundo. Por hablar algo (muy poco) del país, destacaría su capital, Tallin, considerada patrimonio mundial de la UNESCO, y una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa.
Pero hoy no hablaremos de visitar ciudades y/o países. De eso seguramente os pueden hablar mejor que yo otros blogs y escritores. Hoy hablaremos de su evolución económica y como ha pasado de formar parte de la Unión Soviética (logró su independencia en el 1991) a ser una de las economías más avanzadas y digitalizadas de Europa.
Let’s go!
El camino hacia la (difícil) libertad
Poco podemos aportar de la economía del país antes de su independencia de la Unión Soviética. Tampoco quiero convertir Financial District en un blog de historia económica. Pero sí me gustaría centrarme en cómo el buen uso de las instituciones, puede hacer progresar un país tanto a nivel social como económico, sin necesidad de hipotecar su futuro y el de sus ascendientes.
Años después de su independencia, entrando en la década de los 2000, Estonia puso el foco en digitalizar su país y toda la infraestructura de IT de este. Sorprende cómo, a pesar del auge de las .com en esa época (las cuáles nos podían hacer ver el potencial de Internet y de la era digital) un país hizo un esfuerzo enorme para situarse a la vanguardia en este campo. Siendo un país pequeño, las facilidades para digitalizarlo eran mayores que cualquier país con una población de decenas de millones (como España, Argentina o Estados Unidos). Ambas cosas, su tamaño y su visión, le estaban otorgando una ventaja competitiva respecto a otros países y que, desde entonces, ha sabido aprovechar.
Pero, ¿Qué hizo realmente para situar su país a la vanguardia digital?
I) Identidad digital. En 2002, Estonia empezó a entregar documentos de identidad con un chip incorporado, el cuál contenía todos los datos actualizados de esa persona, desde la información personal, laboral u otras. Con ello, el Estado estonio también empieza a permitir transacciones en línea, firmar documentos digitalmente y acceder a servicios gubernamentales de manera totalmente online.
En el 2014, con el lanzamiento de la e-Residency, Estonia fue el primer país de todo el mundo en lanzar un programa con residencia electrónica, con el objetivo de crear un país sin fronteras a nivel digital. Y es que para todos los titulares de una e-Residency, Estonia les ofrece la posibilidad de acceder a una identidad digital con acceso a todos los servicios online públicos del país y capacidad de, entre otras cosas, abrir una empresa dentro de la Unión Europea a distancia, poder hacer negocios en todo el mundo a través de Internet y con las máximas facilidades posibles.
II) X-road. La primera vez que entré a la web de X-road aluciné. De hecho, os invito a hacerlo.
X-road, para definirlo de una manera simple, es el programa el cuál Estonia organiza, estructura y distribuye toda su infraestructura online de forma segura y conectando todo tipo de organizaciones gubernamentales (y no gubernamentales) con ciudadanos, y viceversa. De hecho hoy, Estonia exporta X-road a otros países. Pero lo que más me alucina son sus datos:
Más de 52.000 organizaciones como usuarios indirectos de X-road.
Más de 1,5B de transacciones al año.
Más de 3.000 servicios online disponibles.
Y la más heavy… X-road ahorra ¡1345 años de trabajo a los estonios… en un año! La digitalización y modernización de su infraestructura gubernamental libera de trabajo inútil a sus ciudadanos, hace la estructura eficiente y los hace centrar en trabajos realmente productivos para el país.
III) Voto on-line. Desde 2005, Estonia ha sido el primer país conocido por ofrecer la posibilidad a sus habitantes de votar on-line en sus elecciones nacionales.
Y es que cada vez que veo los papeles imprimidos en las mesas electorales, con los DNI de los habitantes y subrayando su nombre una vez ha votado, me pone de mal humor. Ineficiencia en estado puro. Y lo de votar por correo, ya ni comentarlo.
IV) Sociedad sin papel. Es algo obvio pero desde sus inicios, el estado de Estonia ha hecho un esfuerzo descomunal para eliminar todo tipo de documentación en papel. Y es lógico, pero con esto han podido eliminar más del 99% del papel que se entrega o se necesita para cualquier servicio público. Chapeau. En España, por poner un ejemplo, el DNI aún se tiene que pagar con dinero en efectivo. O las empresas tienen que guardar documentación en papel físico durante X años. Qué despropósito.
V) La conectividad, la clave. Estonia entiende mejor que nadie el papel de Internet en la sociedad. Y desde 2005 se convierte también en el primer país en ofrecer Internet de alta velocidad como DERECHO para toda persona residente en el país. Acceder a un Internet de alta calidad como derecho de país. Qué pasada. Y qué visión.
Así como en el siglo XX se extiende el derecho a, por ejemplo, una vivienda, en el siglo XXI Estonia decide extender el derecho a un Internet de calidad. ¿Por qué? Fácil. Porqué tener acceso a Internet es una necesidad para la sociedad de hoy en día para recibir una buena formación, acceder a cierta información y/o progresar como ciudadano.
Impuestos (Pro-Business) en Estonia. El sistema fiscal en Estonia
Es muy difícil hablar de Estonia sin hablar de impuestos. De hecho, el motivo principal de este artículo es entrar en detalle en analizar cómo Estonia ha conseguido gracias a un sistema fiscal proempresarial, implosionar a nivel económico.
Remontamos a 1992 cuando se introdujo por primera vez un impuesto cero en este pequeño país del báltico. Dicho impuesto es tan sencillo como que las empresas no pagan impuestos sobre los beneficios que se quedan en la empresa con el objetivo de ser reinvertidos en sus propios negocios.
En cambio, los impuestos sí que se aplican cuando los beneficios se distribuyen (vía dividendos u otros). ¿Quieres gastar a nivel individual parte de lo ganado? Toma impuestos. ¿Quieres invertir para seguir creciendo? ¿Para seguir innovando? ¿Para generar riqueza para la sociedad y tus empleados? No pagas impuestos. Vía libre. ¿El efecto? Lo veremos más adelante. Aunque no hay mucho secreto. Más incentivos a la inversión, más riqueza generada. Destacar también que su tasa impositiva es de solo el 20%. Simple y fácil. Beneficios repartidos vía dividendos, tributan un 20%. El resto, que se queda en la empresa, 0%.
Este impuesto cero, a fecha de hoy, es una de las tantas características del sistema fiscal estonio, aunque destaca por ser una de las primeras y revolucionarias medidas. A continuación enumero otras medidas que destacan en materia fiscal del país y que siguen impulsando la economía (ciudadanos y empresas) del país, además de la innovación empresarial.
I) Impuesto sobre la renta. ¿Cuánto pagas tú de IRPF en base a tu salario bruto? La gran mayoría de gente ni lo sabe aquí. Y es normal. Un sistema complejo y opaco genera desinformación. No sucede lo mismo en Estonia, dónde todo el mundo sabe que, independientemente de su salario, su impuesto sobre la renta va a ser un 20% de su salario bruto. Un tipo fijo para todos; fácil de entender y de aplicar. Chapeau.
II) IVA. Otra vez, del 20%. Siempre y cuando sus ingresos anuales superan los 40.000€. Fácil.
III) Impuestos sobre ganancias del capital. 20% siempre y cuando no sea una venta de activo dentro de dos años después de la compra. Si esto sucede, se considera transacción comercial y la ganancia se grava sobre el impuesto de renta empresarial (¡aka 0%!).
IV) Dividendos. Como hemos comentado antes, las empresas pagan impuestos de beneficios si y sólo si los reparten como dividendos. ¿La parte a destacar? Que quién recibe los dividendos no vuelve a tributar por ellos. Es lógico aunque difícil de creer en un país acostumbrado a vivir con una doble imposición respecto a ello.
VI) IBI. Se graba solo el valor del suelo y no el valor del activo que está encima del suelo. Con ello se incentiva la inversión en los activos para generar valor y olvidarse de lo que deberán de pagar por ello.
IV) Simplicidad y claridad. Estonia quiere facilidades para sus residentes e inversores. Esa es su máxima principal. Transparencia y simplicidad para que el sistema fiscal no sea una carga ni, a su vez, un trabajo que requiere de excesivos recursos tanto de tiempo como de dinero. Su foco se encuentra en poner los impuestos al servicio del país, las empresas y la población, y que el foco de sus trabajadores se centre en la productividad, innovación y generación de riqueza real.
Datos macro de interés
Existen otros datos macro que seguro que te estás preguntando y que creo que son de cierto interés para todo el mundo. Sí, lo sé. Te estarás preguntando…¿Estonia realmente evoluciona? ¿Su “modelo” es sostenible? ¡Seguro que están hipotecando su futuro solo para atraer empresas! Pues no. Si miramos el PIB per cápita de Estonia podemos ver que su evolución es espectacular pasando de menos de unos 4.000$ per cápita en el año 2000 a unos 28.000$ a fecha de hoy. O lo que es lo mismo, ha multiplicando el PIB per cápita por 7 en 23 años, lo que significa ¡un incremento de más de un 600%!
Por ponernos en situación, si España hubiera crecido lo mismo, estaríamos hablando de un país con un PIB per cápita superior a Suiza.
Que sí.
Que el crecimiento es la ostia.
Pero no me dices toda la verdad, seguro.
La deuda, a ver.
Seguro que todo esto lo consiguen hipotecando el futuro de los suyos.
Pues… prepárate.
Por qué vas a flipar.
Por qué el nivel de deuda respecto al PIB casi no se ha movido. (O más bien, muy poco)
Y si te digo el %, creo que no me creerás.
Así que te dejo el gráfico, mejor.
España, deuda gubernamental respecto al PIB de más del 130%.
Estados Unidos, deuda gubernamental respecto al PIB de más del 120%.
Estonia, deuda respecto al PIB inferior al 25%.
Repito, ¡¡¡Al 25%!!!
¡Y multiplicando su PIB per cápita por 7 en los últimos 22 años!
Si no estás flipando como yo puede ser por tres motivos:
I) Que yo sea un flipado y un enamorado de lo que está consiguiendo este pequeño país que en nada nos superará en PIB per cápita con mucha menos deuda.
II) Que no entiendas la dificultad de multiplicar el PIB per cápita de un país por siete incrementando muy poco su deuda respecto al PIB.
III) Que ya sabías todo esto y no te ha pillado por sorpresa.
No hay más.
Conclusiones
No es oro todo lo que reluce. Por supuesto. Estonia tiene por delante muchos retos para mejorar su modelo de país y su sistema tributario. Cuando un país, o una empresa, o lo que sea, crece x7 durante un período relativamente corto de tiempo, se producen diferencias estructurales importantes que deben de trabajarse. Por poner “críticas” a Estonia se le ve un país muy dependiente de las empresas digitales, muy centralizado y a la vez, no suficientemente solidario (su principal crítica a nivel fiscal es la falta de progresividad).
Pero, lo cierto es que Estonia ha sabido entender mejor que ningún país la importancia de unos impuestos con incentivos a reinvertir y generar riqueza. También la importancia de retener talento y dinero nacional (podéis leer más acerca de la Skype Mafia). Y también ser atractivo fiscal y operativamente para todo el mundo, atrayendo capital extranjero. Esto ha hecho que después del éxito de Skype, el país se ha convertido en el Silicon Valley europeo y a fecha de hoy es el país con mayor número de startups por habitante del mundo. Poco se dice.
Podría extenderme mucho más. Pero creo que esta introducción a Estonia es más que suficiente para entender que I) hay modelos alternativos que funcionan y generan riqueza (de verdad), II) la eficiencia operativa (aka digitalización) es clave para la correcta evolución futura de un país (¡y cualquier organización!) y III) no es necesario hipotecar generaciones futuras para avanzar como sociedad en el corto plazo.
Sería tan difícil copiar un modelo que… ¿Funciona?
Esto es todo por hoy.
Espero serte útil.
Y como siempre, mil gracias por leer Financial District.
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Un placer,
Miquel Cantenys